MERCADER DE CARAVANAS
Poema
A Liliana con amor
(1)
Pesadas negras alforjas
trasladan las nubes altas.
La noche trae sus camellos
uncidos en caravana.
Salta, trepa, corre y brinca
con su faz de porcelana
la Luna sobre los techos
de enrojecida pizarra.
Justo enfrente de mi alcoba,
alto, mas alto que nada
hace su guiño de alfeizar,
montando guardia, un alcázar.
La hora imagina secretos
ocultos tras las ventanas.
Desde el trasluz de tus velos
me inquieres con tu mirada.
Intento decirte algo
y mudas son mis palabras...
Del humo de los sahumerios
suben, al aire, fragancias.
Y una dulce melodía
se filtra por la ventana
(2)
Cortinados que se mecen...
Sábanas que se desgarran...
En paredes las siluetas
danzan, a luz de lámparas
Te vendes, te oferto y compro
como pieza valorada.
Tesoro de mis tesoros...
Mujer, Odalisca y Maga.
¡Ah!...Que fácil me resulta
alcanzar la madrugada.
Nómade en tus desiertos,
Perdido de cuerpo y alma.
Vuelan arenas al viento,
copetes de dunas blancas,
creando para mi los oasis
justo allí donde no hay nada.
Mi sangre galopa en prisa.
Se consume mi piel en llamas.
Y en el roce de los cuerpos:
cuchillos que se me clavan.
Cuando yo tu Amo y Dueño
siento tu gemir extenuada...
Me estremezco como un pájaro
al que le han roto sus alas.
Te acuestas siendo mía
sumisa Sierva y Esclava.
Y levantas con el trono
de reina de tu Sahara.
Mientras yo el rico entre ricos...
Mercader de Caravanas.
(Otrora tu Amo y Dueño)
imploro por tus dádivas.
NIDAEL DORÉ
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