sábado, 12 de noviembre de 2011

ANIMADOS ESCAPARATES


¡Hola a todos! Antes de esta nueva historia unas pocas palabras:

Hace poco decidí que los días miércoles iba a publicar poemas porque esa era la razón de ser de este blog. En algún momento las historias de amor que fueron tan bien acogidas por ustedes se han convertido en el Leitmotiv de este espacio y aunque este hecho me llena de satisfacción debo confesar que me cuesta bastante cumplir con ello.

Agradezco infinitamente a cada uno de ustedes los comentarios para mi última historia “Gatos sobre el tejado” En uno de ellos Fernando di Filippo del blog Había una vez me comenta

FERNANDO DI FILIPPO – HABÏA UNA VEZ dijo…
          Cuál es el límite de tu imaginación ????
          Excelente.!!!!!!!!!
          Un abrazo

A quien le contesto: - Hace tiempo, lo pasé Fernando. –

En verdad se me hace difícil escribir una historia nueva para cada sábado, cuatro al mes. Si bien al principio tome retazos de vida de personas muy cercanas como argumento. Se me fue agotando ese caudal a medida que publicaba y hoy ato con cuerdas las agujas del reloj para llegar a tiempo y publicar.

Por eso puse especial atención al comentario de una bloggera  a la que sigo y me sigue desde mis comienzos y de la que puedo dar fe de su calidad como persona, Lo entrañable y necesaria que se siente su amistad y la fidelidad que demuestra visitando y comentando otros blog con una marcada frecuencia. Alguien que para muchos de ustedes es más que conocida

REBECCA – SUEÑOS DE AMOR dijo…
Hola Daniel
          El mundo mágico de Daniel es maravilloso. Un lugar para soñar y donde
          estos sueños se hacen realidad. Si me escribes una historia así como
          esta, Donde yo soy la protagonista y todo sale bien. Me sentiré muy
          emocionada…
          Un abrazo

Nota: Quizás sea momento de inaugurar con Rebecca una nueva costumbre.
Si alguien se anima a contarme un pedacito de su vida donde brilló el amor o se vivió un romance, o se tiene algún  recuerdo prendido al pecho o un sueño por cumplir. Simplemente me lo cuentan en un e-mail, a su manera, y me lo hacen llegar a:


Y me encargare con mucho entusiasmo de escribir una nueva historia.

Dicho esto les  entrego esta nueva historia para que la disfruten... 
...y a ella su rendido homenaje.



ANIMADOS ESCAPARATES



A través de los cristales de los escaparates se podía ver hacia fuera donde el hollar ruidoso de la gente, en regreso hacia su casa, y los colores tenues de la tarde, se apagaban. Dentro de la boutique, una última clienta retiraba las bolsas con su compra, abonando su factura en la caja.

Junto al soplo suave de una brisa recorriéndole la espalda. Rebecca presintió que alguien desde afuera la observaba. Fue suficiente un medio giro de su cabeza para que sus ojos se cruzaran con aquellos que la miraban. Una mirada que duró apenas un instante, una fracción de segundos, un casi nada. La masculina figura desapareció, de pronto, cruzando la calzada.

No fue al momento, sino después, que ella reaccionó al episodio. Esos ojos se le presentaban conocidos. El “Deja vú” de un recuerdo borroneado por el tiempo. Un camino recorrido. Un mar donde hubiera naufragado. Jugó con su memoria entre pasados amores y no encontró ninguna huella comparable, ni el atisbo de Eureka, ni un indicio destacado. Regresando bien atrás en ese repaso retrospectivo recordó su juventud…

Quince años. Verdaderamente, llamaba la atención:

Los campos dorados de mieses maduras de pleno verano le habían cedido el color y los reflejos gualdos que habitaban en su cabello. Las nubes, altas y claras, derramaron su albor para el diáfano de su piel y el cielo, celoso de todo esto, dejó escapar un par de lágrimas para que se convirtieran en sus pupilas en el fulgor azul de su mirada.

Era la fiesta de entrega de los diplomas  de Bachiller. Una amiga le presentó a su hermano. Fue verse y enamorarse. Iban juntos a todos lados, inseparables. Ese amor de juventud que se prevé para toda la vida.. Una risa entre dos por cada díay cada día una salida: Dos perritos frente a un helado. Manitos en el cine y una sola sombra estirándose en la vereda al caminar abrazados bajo el sol de la tarde.

Y ella se entrego a ese amor de juventud con el ímpetu de un pimpollo que se abre con ansias tras la promesa de llegar a flor, suave, sumisa y confiada.

Pero. Una tarde. Un fin de semana, ella llamó por teléfono a la casa de él y su amiga le develó la infidelidad. Fue corriendo a la discoteca donde suponía que estaba, se le paró delante, ignorante por completo de quien le acompañaba, y descargo toda su furia frente a su cara, terminando así su relación. Nunca más supo de él. La vida los llevo por distintos caminos. Se sentía extraña por recordarlo…

Rebecca exhaló un largo suspiro al abandonar este recuerdo y una lágrima se colgó de sus pestañas despertando la mirada atónita y el chisme de las prendas que se lucían en las perchas. Una pollera añil se aliso las tablas cuando un saco Spencer le guiñó un ojal a través de los flecos de una mantilla bordada. Mientras las camisas levantaban puños señalando hacia fuera sin que ella se diera cuenta de nada…

Echó una mirada a su alrededor. No le había ido mal en la vida. Hasta podía decir que tenía éxito en la vida. Su casa. Su negocio y todo lo que tenía lo había logrado con tiempo pero bajo el imperio de su propio esfuerzo. Solamente el amor le era reacio. Sus pocas historias habían pasado sin desfiles ni fanfarrias. Sin nostalgias. No habían dejado nada para recordar.. Solamente un montón de versos tristes colgados en las entradas de un blog que ella misma administraba.

Era noche ya. Bajo la pereza estiraron sus mangas las camisas. Las chalinas empezaron a bostezar. Ella apagó de a una las luces interiores. Bajó las pesadas rejas. Coloco el candado y echo a andar

Pero. Si en ese mismo momento Rebecca cruzara la calle se encontraría de frente con ese hombre de misteriosa mirada. El mismo que cada noche, al cierre de la boutique, acude con flores que se marchitan en sus manos junto a un - ¡Perdón! – de muchos años, y un  -“Te quiero” … que no se atreve a pronunciar…


Video relacionado: Heleno - La chica de la boutique
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