Tan solo sonetos

 INDICE DE PAGINA


1.- UNA LÁGRIMA
2.- INTENTANDO VERSOS
3.- DAÑOS 
4.- LARGA ESPERA




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MENCIÓN DE HONOR



Hay veces en que las relaciones entre padres e hijos se ponen un poco difíciles. 
Ese fue el caso entre mi hija y yo, quienes luego de una desavenencia de algunos meses al momento de la reconciliación nos abrazamos fuertemente. Esto hizo que corrieran algunas lágrimas por su mejilla Ellas fueron las musas de este soneto, que aparte de las distintas Menciones recibidas ocupa un lugar privilegiado dentro de mi obra.


1.- UNA LÁGRIMA
                  
                                              A mi hija Natalia


  Desde el preciado momento en que caía
embriagado de amor la contemplaba.
Y mientras de tus ojos se alejaba
de cristales y nácar, se vestía.


  Mientras tanto, en tu rostro, se veía
el plateado hilo que tras si dejaba.
Ya,  mareada en vértigo, se asomaba
al destino incierto, que presentía.


  Titubeó un instante...y con valentía
dio su beso a tu labio que temblaba
y se arrojó al abismo, entregada.


  A muy poco de nacer...ya moría
esa lágrima que por mi corría
pues me oyó decirte...¡Cuanto te amaba!.


                                                                         NIDAEL DORÉ


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2.- INTENTANDO VERSOS




     Se exáusta la mente en el esfuerzo
de encontrar la palabra requerida
que ilumine la oración deslucida
en la obscura métrica de algún verso.

     Que nos vuelque color en el anverso
ilustrando una idea florecida,
mientras tanto, entregue protegida,
la pasión impresa en su reverso.

    Se  descubre, así, el sentimiento inmerso
en aquel amor, o en aquella herida,
al final de la senda recorrida.

    Hoy, recojo los pedazos dispersos
de recuerdos que enhebro a mis versos.
Las cuentas del rosario de mi vida.



                                                                        NIDAEL DORÉ


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3.- DAÑOS EN LA CORTEZA






  Cuando una mujer me entregó la hermosa
y única sensación de ser amado,
mi amor di, libre, esperanzado,
pidiendo a cambio una sola cosa.

  Que no quedara herida culposa
que manchara lo que nos fue sagrado.
Pero, al recuerdo que queda guardado
el alma sufre y, al fin, se destroza.

  Como ese árbol que en las estaciones
guarda recuerdos de sus floraciones
y del daño aquél hecho a su corteza.

  Supo mi alma entregar ilusiones.
Y regresó de entre amor y pasiones
cargando dicha y también tristeza. 

                                                                        NIDAEL DORÉ

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4.-LARGA ESPERA




  No me atrevo a mirarte siquiera
ni un minuto, un segundo, ni nada,
ni un hálito en vida acompasada
del reloj que, hoy, detener quisiera.

  No me atrevo a hablarte, ni fuera
a gritarte la palabra ansiada
que, en mis labios, agoniza encerrada
soportando su más larga espera.

  ¡Ah! Si mi voz cobarde pudiera
escaparse de mi, valentonada,
Te contaría mi amor embelesada.

  Mas, callada sin mirarte siquiera,
soportando su más larga espera,
muda vive, junto a ti, encadenada.

                                                                        NIDAEL DORÉ

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